El porcentaje de adultos estadounidenses con diabetes tipo 2 alcanzó el 26,8% en 2020, de acuerdo con el Informe Estadounidense de Estadísticas de la Diabetes. Esta enfermedad se manifiesta cuando el organismo no produce suficiente insulina o no la utiliza bien, lo que puede causar trastornos en los sistemas circulatorio, nervioso e inmunitario. Por lo general, aparece en personas de más de 45 años, pero en los últimos años se han incrementado los casos en niños y adolescentes.
Son diversas las causas que originan su desarrollo. Según la Organización Mundial de la Salud, la alimentación poco saludable es una de las causas más importantes de la aparición de no solo de la diabetes, sino de enfermedades de toda índole. Del mismo modo, una persona con sobrepeso u obesidad tiene mayor probabilidad de ser diabético, pues la ingesta excesiva de alimentos, especialmente de carbohidratos, causa resistencia a la insulina.
Ahora bien, la comunidad científica no ha descartado el factor genético. Al igual que sucede con la diabetes tipo 1, algunos genes pueden hacer que una persona sea más propensa a tener diabetes tipo 2. Esto sucede con mayor frecuencia en mujeres con antecedentes familiares de diabetes y en determinados grupos étnicos (en Estados Unidos, afroamericanos, hispanos, asiáticos y nativos de Hawái).
La buena noticia es que se ha comprobado que un estilo de vida saludable previene la diabetes tipo 2, aunque uno o más de los integrantes de nuestra familia la hayan tenido. Por ello, a continuación mencionamos algunos consejos que puedes seguir para prevenir esta enfermedad crónica.
Controlar el peso
Si tienes una madre, un padre o un abuelo con diabetes 2, lo más probable es que hayas heredado el riesgo a padecerla. Por ello es fundamental que adoptes un estilo de vida saludable, que incluya seguir un plan de alimentación sana, controlar el peso y realizar actividad física.
En cuanto al peso, es posible que puedas prevenir o retrasar la diabetes tipo 2 si pierde del 5 al 10% de tu peso actual. Por mencionar un ejemplo, si alguien pesa 200 kilos, su objetivo sería perder entre 10 y 20 kilos. Y una vez que haya alcanzado esa meta, es crucial que mantenga un peso saludable con cambios en la alimentación.
Al respecto, la Asociación Estadounidense de Diabetes (ADA por sus siglas en inglés), recomienda que las personas con prediabetes aumenten la actividad física y pierdan al menos entre el 7 y el 10% del peso corporal. El objetivo es prevenir la progresión de la enfermedad, de modo que una mayor pérdida de peso se traduce en una mejor calidad de vida para el paciente.
Si eres propenso a contraer diabetes, la actividad física hará que tu cuerpo sea más sensible a la insulina. Esta hormona permite que las células del organismo utilicen el azúcar en la sangre (la glucosa) para producir energía. Lo ideal es hacer al menos treinta minutos de actividad física todos los días. Puedes comenzar lentamente y trabajar hasta llegar a tu objetivo.
Alimentación saludable
Seguir una alimentación saludable ayuda a prevenir la diabetes tipo 2. En ese sentido, el plan alimenticio debe incluir alimentos con menos grasas y azúcares (cereales integrales, frutas y verduras). Asimismo, debemos limitar el consumo de carnes rojas y procesadas: un estudio de la Universidad de Duke ha confirmado que un alto consumo aumenta el riesgo de desarrollar diabetes. Los pescados y los mariscos no representan ningún riesgo.
Entre los mejores alimentos que podemos encontrar para prevenir la diabetes son los vegetales de hoja verde. Estos no solo son bajos en calorías y carbohidratos, sino también extremadamente nutritivos. De hecho, una investigación de la Universidad de Leicester determinó que el consumo de lechuga o espinacas podría reducir considerablemente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
La prueba del riesgo genético
Si aún tienes dudas sobre el factor genético de esta enfermedad crónica, puedes realizarte la prueba del riesgo genético a la diabetes tipo 2. Este estudio tiene como objetivo detectar la presencia de variantes de riesgo en un total de 16 polimorfismos genéticos, que son una secuencia del ADN entre los individuos de una determinada población (se requiere un mínimo del 1%).
Las personas con estas características deberían hacerse la prueba genética:
- Obesos o prediabéticos.
- Con antecedentes familiares de diabetes tipo 2.
- Con un IMC ≥25 kg/m².
- Con presión arterial alta (≥140/90 mmHg)
Los resultados de esta prueba ofrecen una puntuación en porcentajes. Las personas con un porcentaje igual o menor que 28% tienen un riesgo genético por debajo de la media de la población; es decir, tienen un riesgo mínimo de contraer la enfermedad. Por el contrario, un porcentaje superior al 29% indica un riesgo medio o alto, por lo que en este caso deben tomarse medidas para prevenir la diabetes tipo 2.