La etapa del postparto es una montaña rusa de emociones. Llega un nuevo integrante a la familia, hay pocas horas de sueño y nuevas actividades rutinarias. Conoce las recomendaciones para que las mamás tengan un puerperio feliz.
La llegada de un bebé a casa es un momento mágico y lleno de alegría, pero también trae consigo muchas nuevas tareas que pueden resultar abrumadoras. Si bien el nuevo integrante de la familia es el protagonista, la mamá debe dedicar tiempo al cuidado de sí misma para que este importante episodio de su vida sea ameno y positivo.
Es común que las mujeres se preparen para concebir y para el momento del parto, pero muchas olvidan el postparto, una fase cargada de emociones, agotamiento y algunas frustraciones que con preparación y apoyo se superan con creces.
Cambios normales
Tras el parto, las madres experimentan cambios físicos y psicológicos que deben entender. Lo primero es la pérdida de unos cinco a seis kilos, que corresponden al bebé, el líquido amniótico y la placenta. Paulatinamente irán perdiendo más peso y aparecerá algo de flacidez.
Durante el puerperio las mujeres pueden experimentar sensibilidad y molestia en los senos por la producción de leche; también estreñimiento, incontinencia urinaria o incluso algunas contracciones. Todas producirán loquios durante cuatro o cinco semanas, es decir, flujo vaginal con sangre y algunos tejidos que quedan en el útero tras el parto y que va disminuyendo y cambiando de color hasta tornarse amarillentos.
Seguramente habrá sueño y agotamiento constante; algunas mujeres experimentan insomnio y caída abundante del cabello. Los cambios emocionales también son comunes: tristeza, ansiedad o sentimiento de culpa por pensar que pueden hacer mejor las cosas suelen invadir las mentes de las mamás.
Recomendaciones para un postparto feliz
Hay algunos consejos que pueden facilitar la experiencia del postparto y ciertas actividades que hay que evitar. Las madres deben asegurarse de:
Ser pacientes: es importante entender que los cambios son normales y que poco a poco se recupera la estabilidad emocional, el peso y la figura deseados. Lo importante es vivir y disfrutar plenamente cada minuto, porque el tiempo pasa muy rápido.
Cuidar la alimentación: es clave mantener una alimentación balanceada, rica en proteínas, carbohidratos no refinados y frutas y vegetales para obtener todos los antioxidantes y las vitaminas necesarios.
Tomar mucha agua: la hidratación es fundamental para la recuperación y especialmente favorable para la lactancia materna.
Buscar apoyo: a pesar de que es común pensar que lo correcto es hacer todo por sí solas, las mujeres en el postparto necesitan una red de apoyo. Puede ser su pareja, su madre o algún profesional experto que brinde ayuda.
Los familiares pueden colaborar con los cuidados y la atención del bebé, mientras que una enfermera especialista en cuidados postparto o una matrona pueden atender situaciones especiales como infecciones o hemorragias. También pueden asesorar sobre la lactancia materna exclusiva a libre demanda y sobre las rutinas del sueño del bebé.
Dedicar un tiempo a sí mismas: bien sea para dormir más, darse un buen baño, leer un libro o salir a caminar un poco, es necesario tomar tiempo para despejarse y romper la rutina, al menos unos minutos al día.
Cuidar su higiene: a pesar de que el tiempo es escaso debido a todas las actividades de la nueva rutina, la higiene oral y corporal deben mantenerse a diario. Además, tanto si fue parto natural o cesárea, habrá que prestar especial atención a los loquios, episiotomía (si la hubo) o cicatriz.
Ejercitarse: sin apuros y solamente cuando el médico lo autorice, es recomendable iniciarse con ejercicios de Kegel (movimientos y posturas para fortalecer el suelo pélvico) y con algunas rutinas de baja intensidad para recuperar la condición física.
Disfrutar cada experiencia: cada gesto, movimiento o nuevo acontecimiento del bebé es único e irrepetible. Es muy importante disfrutar cada minuto que se comparte con el nuevo miembro de la familia y atesorar esas vivencias.
Llamar al médico en situaciones especiales: hay que pedir su ayuda en caso de que se presenten cambios anormales como fiebre, enrojecimiento, secreción o inflamación de la cicatriz de la cesárea o episiotomía, fuertes dolores de cabeza, olor fétido en el flujo vaginal o depresión constante, entre otros.
También es importante que las madres eviten:
Hacer dietas restrictivas y milagrosas: con el afán de perder peso, pueden poner en riesgo su salud y si están haciendo lactancia materna exclusiva, la salud del bebé.
Tener relaciones sexuales en los primeros cuarenta días: hay muchos cambios físicos y al cuerpo se le debe dar tiempo para recuperarse. Además hay mayor riesgo de infecciones.
Hacer ejercicios de alta intensidad sin la autorización del médico: la actividad física debe iniciarse una vez que el médico lo apruebe. Es importante hacerlo de forma paulatina.
Conclusiones
El postparto es un momento especial en el que se crea un vínculo emocional y afectivo importantísimo entre la mamá y el bebé. El autocuidado de la mujer es vital. Si se ocupa de su bienestar integral, podrá dar toda la atención y los cuidados que su bebé merece.
Fuentes:
Delgado, D. (s.f.). Puerperio, posparto o cuarentena: cosas que no te dijeron. https://www.natalben.com/puerperio-postparto-cuarentena-cosas-no-te-dijeron
KidsHealth (2018). La recuperación después del parto. https://kidshealth.org/es/parents/recovering-delivery.html Rojo, N. (s.f.). Qué puedes y no puedes hacer durante el posparto. https://www.dosfarma.com/blog/que-puedes-y-no-puedes-hacer-en-el-postparto/