Con la gran variedad de productos para el cuidado de la piel disponibles en el mercado, resulta difícil saber si los que se tienen en casa son cosméticos o dermocosméticos. ¿Dermo qué? Puede que el término no sea familiar para muchos, pero conocer qué lo distingue y saber de qué están hechos los productos que se aplican, puede marcar la diferencia a la hora de tener una piel y un cabello saludables y protegidos de agentes externos.
¿Qué son los dermocosméticos?
La dermocosmética es una rama de la ciencia que combina la cosmetología y la dermatología. Se trata de productos especializados para el cuidado personal elaborados con la asesoría de dermatólogos. Estos productos mejoran la apariencia y tratan diversos problemas de la piel y el cabello.
Los productos dermocosméticos tienen una composición farmacológica activa; se parecen a los fármacos dermatológicos de uso tópico, pero penetran la epidermis (la primera capa de la piel) y ofrecen mejores resultados, porque actúan de adentro hacia afuera.
¿Cuál es la diferencia entre cosméticos y dermocosméticos?
La mayor diferencia es que mientras que la dermocosmética produce cambios fisiológicos en la piel, la acción de la cosmética tradicional es instantánea: mejora momentáneamente el aspecto exterior de la piel, pero no actúa sobre las causas de los problemas.
Los productos cosméticos sirven para disimular, resaltar u ocultar aspectos visibles de la piel, mientras que los dermocosméticos actúan sobre los tejidos profundos de la piel, por lo que tienen una gran capacidad reconstructiva.
Un dermocosmético está formulado para mejorar la piel y la apariencia. Combina una acción cosmética con una dermatológica.
Además, el objetivo de la dermocosmética es prevenir y tratar afecciones en la piel, así como asegurarse de que las fórmulas utilizadas se basen en estudios clínicos y tengan una eficacia demostrada.
Beneficios de los dermocosméticos
Algunas de las ventajas de los dermocosméticos son:
- Tienen funciones preventivas a largo plazo
- Actúan sobre la causa de los principales problemas cutáneos
- Protegen la piel desde el primer uso
- Tienen fórmulas diseñadas con ingredientes funcionales y, en algunos casos, naturales
- Se desarrollan con investigación científica
- Sus beneficios son a largo plazo
Además también pueden ayudar a:
- Mejorar la protección al sol
- Tratar la piel seca o envejecida
- Reducir arrugas y manchas
- Reducir enfermedades inflamatorias como acné, rosácea, dermatitis atópica, psoriasis y dermatitis seborreica
- Combatir la pérdida de cabello
- Fortalecer las uñas
¿Cuáles productos dermocosméticos debo usar?
Para saber cuáles productos dermocosméticos utilizar, lo mejor es acudir a un dermatólogo. Este profesional puede recomendar el tratamiento adecuado para el tipo de piel y las afectaciones que se tengan. También formulará una rutina de limpieza y belleza personalizada, acordes a cada necesidad y estilo de vida.
Además, podrá confirmar cuáles ingredientes son los mejores para cada tipo de piel, porque no todos los ingredientes, incluidos los naturales, cumplen las mismas funciones ni tienen los mismos efectos.
Una de las grandes ventajas de los dermocosméticos es que pueden usarse desde temprana edad, sin que esto afecte la manera como se luce. Por el contrario, comenzar a utilizar este tipo de productos desde los 20 años puede ser muy efectivo para prevenir arrugas, manchas y acné. Durante los 30 es vital preocuparse por mantener la elasticidad, y después de los 40 buscar productos para mantener la piel fresca y viva. Lo importante es utilizarlos de forma habitual para obtener los resultados deseados.
¿Cómo saber cuáles productos son dermocosméticos?
Los dermocosméticos están ganando popularidad, y puede ser difícil distinguir los productos que realmente cumplen el objetivo de un verdadero dermocosmético. Sin embargo hay algunas cosas que pueden ayudar a identificarlos:
Primero, el producto está hecho especialmente para personas con afecciones cutáneas particulares. Además, estos productos a menudo se formulan para personas con piel sensible o reactiva, por lo que contienen ingredientes que no son irritantes ni tóxicos y que son de excelente calidad.
Otra pista es que tienen un sello que certifica que están probados dermatológicamente. Es la garantía de que el producto ha sido desarrollado por profesionales de la salud.
Finalmente, hay que asegurarse de comprarlos en un lugar especializado, pues algunas farmacias ofrecen cosméticos tradicionales que mejoran la apariencia de la piel pero no la salud. Además, es mejor optar por marcas reconocidas.
Los dermocosméticos son grandes aliados para tener una piel y un cabello saludables. Por ello es importante comenzar a emplear estos productos, en especial si se tienen problemas dermatológicos. De esta forma se obtendrán resultados efectivos y a largo plazo.