El flujo vaginal es una secreción normal que puede variar en cada mujer y que normalmente es saludable. Este mantiene la vagina limpia y puede ayudar a prevenir infecciones. De manera fisiológica, el flujo cambia a lo largo del ciclo menstrual. Por eso, existen diferentes tipos de flujo para cada momento del ciclo.
Tales cambios se producen en función de las hormonas femeninas, en su color, cantidad y olor característico (Martín, 2021). Sin embargo, en algún momento toda mujer ha tenido un flujo vaginal diferente al habitual.
Aunque no todos los tipos de flujo representan un problema de salud, ciertamente un cambio de color, olor, cantidad o consistencia puede ser una señal de infección o enfermedad. Estas alteraciones causan síntomas molestos como picazón, ardor o irritación, pero pueden ayudarte a reconocer ciertas enfermedades que debes tratar.
Conoce el flujo vaginal y los tipos más comunes que existen.
¿Qué es el flujo vaginal?
El flujo vaginal es una mezcla de líquidos y células, liberada continuamente a través de la vagina. Un flujo normal ayuda a mantener los tejidos sanos, la vagina limpia, proporciona lubricación y protege contra infecciones. Este puede presentarse a cualquier edad y no suele ser motivo de preocupación si no tiene un olor fuerte, si es claro o blanco, grueso y pegajoso o si es resbaladizo y húmedo (Mayo Clinic, 2019; NHS, 2021).
Un flujo con olor, color o textura inusual puede ser signo de alguna infección como la candidiasis o la vaginitis. Estas afecciones resultan incómodas, pues generalmente vienen acompañadas con dolor y picazón. Incluso, generan mayor cantidad de flujo de lo normal, irritación y hasta sangrados entre periodos o después de una relación sexual (NHS, 2021).
Tipos de flujo vaginal más comunes
Existen varios tipos de flujo, se diferencian por su consistencia y color. Estos dependen de cada cuerpo y del mismo ciclo menstrual. Algún cambio en el color, la cantidad o el olor pueden indicar un problema. Estos son los tipos de flujo más comunes que existen:
1. Flujo transparente
El flujo transparente suele ser normal y su cantidad puede variar durante el ciclo menstrual. Aumenta en el momento de la ovulación, cuando los niveles de estrógeno en el cuerpo son más altos. Presenta una textura elástica con consistencia de clara de huevo.
También, aumenta en el embarazo, después de hacer ejercicio o durante la relación sexual. Sin embargo, antes de la menstruación, se vuelve más espeso, menos abundante y más pegajoso.
2. Flujo de color blanquecino
La mayoría de los tonos de la secreción blanca pueden ser normales mientras no haya olor, picazón y ardor. Este es común al comienzo y al final de la menstruación y puede aumentar al utilizar anticonceptivos hormonales. Sin embargo, si la secreción es grumosa y tiene una apariencia de requesón, puede deberse a una infección causada por un crecimiento excesivo de un tipo de hongo llamado Cándida, causando picazón y ardor vaginal.
Un flujo vaginal ligero y de color blanco grisáceo con un fuerte olor a pescado, puede indicar vaginosis bacteriana. Una infección causada por un desequilibrio en las bacterias normales de la vagina. Genera picazón y ardor al orinar, y es común en mujeres en edad fértil.
3. Flujo amarillo o verde
El flujo de color amarillo claro generalmente no indica un problema de salud. Este es normal si es pálido, inodoro y no acompaña otros síntomas. Incluso, puede presentarse al probar nuevos alimentos o suplementos. Cuando la mucosidad es amarilla oscura o verde, puede deberse a una enfermedad de transmisión sexual (ETS) como la Tricomoniasis.
Este tono oscuro también aparece por una infección bacteriana como la vaginosis. Además, suele venir acompañada de picazón, dolor al orinar y un olor desagradable.
4. Flujo color rojo o marrón
Un flujo rojo o marrón, incluso un tono más claro como rosado, es común antes o después del periodo menstrual. Este indica la presencia normal de sangre durante esa etapa del ciclo. Sin embargo, si se presenta en otros momentos del ciclo o con picazón, irritación y un olor fétido, puede sugerir una ETS como la clamidia o la gonorrea.
Recomendaciones para tener una buena higiene vaginal
La vagina es muy delicada y requiere que la cuides con una buena higiene. Por eso, es muy importante lavarla muy bien, con abundante agua y productos adecuados para evitar infecciones. Para mantener la salud vaginal, usa un jabón suave y sin fragancias para no alterar tu flujo vaginal y el pH de tu zona íntima (Kassel, 2021).
Si presentas alguna molestia debes consultar a un especialista para tratar una posible afección. En caso de alguna infección vaginal como la vaginosis bacteriana o la tricomoniasis, este puede recomendarte usar clindamicina en crema o metronidazol en gel. También, cremas o supositorios antimicóticos para aliviar infecciones como la candidiasis vaginal (Mayo Clinic, 2022).
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Se produce a diario y suele ser normal, especialmente si es transparente o blanco. Cambia con cada etapa del ciclo menstrual y de una mujer a otra. Por eso, es importante una correcta educación sexual para conocer tu cuerpo e identificar cuándo el flujo puede indicar un problema y cuándo no.