¿Te gustaría brindar a tu pequeño una estimulación temprana para fomentar su crecimiento intelectual y desarrollo del lenguaje? Los bebés recién nacidos pueden beneficiarse significativamente de la música, que se ha relacionado con el reconocido efecto Mozart.
¿Quieres saber más sobre cómo funciona y cómo puede ayudar en el desarrollo de tu pequeño? ¡No te preocupes! Aquí te vamos a contar cuáles son los beneficios y algunos mitos y realidades de este efecto.
¿Qué es y cuáles son los beneficios de que los bebés escuchen música?
La teoría del efecto Mozart surgió en la década de los 90 con la publicación del libro “Pourquoi Mozart”, a cargo del otorrinolaringólogo Alfred Tomatis. Según este investigador, la música puede tener poderosos efectos sobre las personas como disminuir la depresión (Báez, 2020).
A raíz de este estudio, Don Campbell creó el libro homónimo a esta teoría. Allí profundizaba sobre los beneficios que la música generaba a los bebés. Entonces, se decía que podría estimular (Campbell, 1998):
- El desarrollo intelectual de los bebés, pudiendo aumentar la capacidad de inteligencia para los próximos meses y años.
- El desarrollo físico. Es decir, los bebés serían capaces de mejorar su capacidad de crecimiento.
- El desarrollo emocional. Los bebés podrían relajarse para así poder expresar mejor sus emociones, evitando berrinches (Velasco, 2005).
- El desarrollo creativo. También ellos podrían mejorar su capacidad creativa durante los próximos años.
- El vínculo entre la madre y el bebé. En otras palabras, se podría afianzar la relación entre ambos (Espada, 2021).
Mitos y realidades del efecto Mozart
Entonces, el efecto Mozart también es objeto de diferentes mitos y realidades. Mira cuáles son los principales:
- La música de Mozart estimula la atención y la memoria: es verdad. Las características de este compositor pueden beneficiar la atención y la memoria del niño. Esto puede ser algo muy útil para la etapa del aprendizaje, ya que habrá una mayor capacidad de aprendizaje.
- La música de Mozart puede aumentar la concentración: es verdad. Si ellos se acostumbran a escuchar música clásica, van a poder mejorar su capacidad de concentrarse en sus actividades, independientemente de lo que ocurra de fondo (Reyes et al., 2006).
- Puede curar dolores: es falso. Si bien la música puede calmar a los bebés y generar un clima de confort, en ningún caso se trata de un remedio para los dolores físicos. Por este motivo, es necesario resaltar que no suplanta la consulta con el médico.
- Resuelve todos los problemas vinculares: es falso. Aunque el hecho de compartir una misma actividad puede servir para afianzar el vínculo madre-hijo, en ningún caso resolverá automáticamente los problemas. Por eso, se recomienda conocer las acciones para tener una crianza eficaz (Sáenz & Rojas, 2020).
Cabe aclarar que el efecto Mozart continúa siendo objeto de investigación, ya que todavía no hay afirmaciones contundentes. Sin embargo, si te gusta la música clásica, puedes empezar a escuchar a los principales autores, entre ellos Mozart, para poder beneficiar a los bebés en su etapa de crecimiento.
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